Noctambula

Todos están durmiendo, reina un silencio absoluto en  casa, los únicos sonidos vienen de afuera, los autos de la calle, el portón del edificio de enfrente que se abre,  el último colectivo de la noche que se escucha a la distancia, y es allí donde me levanto, tratando de no hacer ruido y no caer en la oscuridad, cuando mi gato se entrecruza entre mis piernas pidiéndome comida, voy directo a la cocina para servirle leche, sino con sus maullido despertara a los niños, y hacer dormir al más pequeño de nuevo es toda una odisea, por cierto no hay nada para comer en la heladera, pienso en el almuerzo de mañana, tendré que ir temprano al mercado,  busco el pantalón de vestir que quiero ponerme para la reunión de trabajo y obviamente esta para planchar, prendo el wifi y la computadora, mientras se conecta arreglo la mochila de mi hijo, subrayo algunos títulos de la última tarea del colegio, y luego  me siento a escribir, o a leer, o a navegar por Internet.

En la última reunión de amigas terminamos coincidiendo que cuatro de las seis, teníamos el mismo habito, el de ser noctambulas.

Me quede pensando en ello, somos noctambulas las mujeres por naturaleza  o se volvió una costumbre?.  Debo reconocer, que, en mi caso, la única hora que dispongo cien por ciento para mí es pasadas las 10:00 P.M., el resto del día las horas se comparten en múltiples actividades entre la casa y el trabajo, y por cierto … me encanta disfrutar de este silencio.

Pregunto, ¿Ustedes también son noctambulas o mi estadística con mis amigas falló?